sábado, 29 de agosto de 2009

La niña holandesa que quiere dar la vuelta al mundo en barco en solitario tendrá que esperar

 
  El sueño de Laura Dekker, una niña holandesa de 13 años que quiere dar la vuelta al mundo en barco en solitario, tendrá que esperar. Al menos por ahora. El Tribunal de Menores de Utrecht ha suspendido temporalmente la custodia de los padres, también hábiles marinos, para poder examinar a fondo la situación. Entretanto, el bienestar de Laura estará en manos de los servicios sociales, que elaborarán su propio estudio psicológico sobre la menor. "Una sabia decisión", según su abogado, Peter de Lange. "No priva de la patria potestad a los progenitores y abre un periodo de esperanza". La pequeña no acudió ayer a la sala de vistas, se fue a navegar, pero ha dicho que no piensa claudicar. "Las cosas se han sacado de quicio. Yo sólo quiero entrar en el Libro Guiness de Récords como la navegante más joven. La secundaria puedo seguirla a bordo con ayuda de Internet", asegura.
  Menuda, resuelta y con una serenidad tan precoz como sus planes, Laura Dekker lo ve de otro modo. Hasta sus detractores admiten que maneja con soltura su barco, Guppy, de 8,3 metros de eslora y de la clase Hurley 800. Después de rodear la costa holandesa desde niña, la primavera pasada navegó sola hasta Inglaterra. Al atracar, la policía portuaria la retuvo y llamó a su padre. Una vez juntos, y después de prometer que la acompañaría, cambió de opinión y la dejó volver sola al timón de su barco. Para Dick Dekker, no se trata, ni entonces ni ahora, de falta de responsabilidad. Es que su hija "lleva la sal en la sangre". Razón, aunque metafórica, no le falta. Laura, y su hermana pequeña, Kim, nacieron a bordo del barco de sus padres cuando éstos daban su propia vuelta al mundo.
noticia enviada por Manuel Alonso.

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